jueves, 26 de enero de 2012

Un amor que vale la pena vivir !


Soy el mismo, como antes, enemigo declarado de la realidad

existente, sólo con esta diferencia: que he cesado de ser

teórico, que he vencido, en fin, en mí, la metafísica y la filosofía,

y que me he arrojado enteramente, con toda mi alma, en el

mundo práctico, el mundo del hecho real.

Créeme, amigo, la vida es bella; ahora tengo pleno derecho

a decir eso, porque he cesado hace mucho de mirarla a través

de las construcciones teóricas y a no conocerla más que en

fantasía, porque he experimentado efectivamente muchas de

sus amarguras, he sufrido mucho y he caído a menudo en la

desesperación.

Yo amo, amo apasionadamente: no sé si puedo ser

amado como yo quisiera serlo, pero no desespero; sé al menos

que se tiene mucha simpatía hacia mí; debo y quiero merecer el

amor de aquella a quien amo, amándola religiosamente, es decir,

activamente; ella está sometida a la más terrible y a la más

infame esclavitud y debo libertarla combatiendo a sus opresores

y encendiendo en su corazón el sentimiento de su propia

dignidad, suscitando en ella el amor y la necesidad de la libertad,

los instintos de la rebeldía y de la independencia, recordándole

el sentimiento de su fuerza y de sus derechos.

Amar es querer la libertad, la completa independencia de

otro; el primer acto del verdadero amor es la emancipación

completa del objeto que se ama; no se puede amar verdaderamente

más que a un ser perfectamente libre, independiente, no

sólo de todos los demás, sino aun y sobre todo de aquel de

quien se es amado y a quien se ama.

(Tomada de la carta de bakunin a su hermano pablo)