lunes, 6 de agosto de 2018

ÉTICA y DERECHO COMO UN TODO, EN LA ABOGACÍA


“La abogacía no se cimienta en la lucidez del ingenio, sino en la rectitud de la conciencia, que es mil veces más importante que el tesoro de  conocimientos”. ANGEL OSORIO.

Cuando se busca el significado de ÉTICA, definido en un solo concepto, no podemos aunar mucho, por la cantidad de preceptos  que del concepto se pueden hallar, pero podemos definirla en los parámetros de la Real Academia de la Lengua Española, definiendo ÉTICA como el “Conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida”, llevándonos al siguiente punto necesario para la comprensión del presente, y por lo tanto al siguiente interrogante, ¿Qué es la Moral?, pues definida en los mismos parámetros que la ética, la Moral la define la RAE así “Perteneciente o relativo a las acciones de las personas, desde el punto de vista de su obrar en relación con el bien o el mal y en función de su vida individual y, sobre todo, colectiva”.

Ergo, podemos entonces abarcar el tema que nos compete y que de bruces a la sociedad que nos compete hoy por hoy, está demasiado olvidado, el debate entre la ética y el derecho, que junto a la profesión de la abogacía, se encuentra tan extinta.

La ética si bien es cierto, prevalece en referencia a los postulados que de la moral y el conjunto axiológico de cada ser se desprendan, en el ejercicio de las profesiones, debe ir un poco desdibujado de algunas realidades personales y debería centrarse en lo correcto y el bienestar del oficio que se realiza.
En por lo tanto, que el ejercicio de la abogacía, requiere que desde la misma catedra se empiece el discurso, la ética no sirve de nada cuando no podemos establecer los parámetros entre lo que es CORRECTO y lo que es LEGAL, si bien es cierto, en el transcurso de las clases y el material dado para la misma, se ha podido evidenciar, que de los debates propuestos, el punto recae entre lo que es el bien y el mal, muchos de nosotros a veces, nos discrepamos entre lo que es jurídicamente viable y lo que es conscientemente legal.

Me explico de la siguiente manera, la ética demuestra que en la enseñanza del niño se le es dable el deber Moral de NO MENTIR, pero resulta que al tanto del trascurso de la vida, el niño creció y se pregono así mismo como  el magister en el derecho penal, y a tientas de un proceso, y en el ejercicio de la profesión que nos compete, el joven abogado, comete el mal llamado PERJURIO o DESLEALTAD profesional, en boga de mentir ante un jurado a toda costa y con la ligereza legal que solo le fue confiada en la catedra de la profesión en pro de desvirtuar a toda costa las imputaciones dadas a su defendido, llevando ello a la libertad de su defendido sin importarle nada, es ahí, donde debe atacarse y debe propenderse por más que enseñar la ética de una profesión, hacer entrar en razón del estudiante, la profesión que procura defender.

Si bien es cierto en el caso expuesto en anteriores líneas, el abogado no le fue ético ni legal hacer lo que hizo, lo que realmente debió hacer y que le era CORRECTO en el ejercicio y el buen decoro de la profesión, no era más que frente a todo medio,  su defendido le prevaleciera un DEBIDO PROCESO, materializarle ese derecho que le es pregonado a las luces de la constitución y que el abogado debe propugnar por enaltecer.



Si bien es cierto, que el ejercicio de la abogacía es de medios y no de resultados el abogado hoy en día, está más preocupado por lo que en palabras de Doña ADELA CORTINA se vería como, el BIEN EXTERNO, demostrarle al mundo que puede ser lo que sea, sin importar el BIEN INTERNO, siempre van en busca de fama y gloria y se proclaman hoy en día como los amos y señores de la justicia, degradando en forma vil lo que sustancialmente se es viable en normas y procesos.

Mi propuesta y punto de vista, también se basa en la entrega a la profesión, luchar por lo que se quiere y no estudiar por el dinero, que a la suma es lo que hoy en día no lleva a los abogados a estar en la boca de los demás, una enseñanza de Doña ADELA es cuando nos recuerda que si tomamos nota de lo caro que sale romper valores éticos, en dinero y en dolor podemos ver como la inmoralidad seguirá siendo imparable y llenara de costos cualquier acción a desarrollar

Ninguna sociedad podría funcionar si sus miembros no siguen una actitud ética.   Hoy en la globalización del mundo, es el dinero el que mancha y tiñe de colores hostiles, lo que de por sí, debe verse como una profesión de personas altamente estudiadas e íntegramente dispuestas que en procura de enorgullecerse de su arte.  

Ya para concluir a forma de relato quiero exponer lo siguiente.

Anunciando por aquel entonces, aparecen en las primeras planas del periódico de mayor circulación de la ciudad, el que sería de los pocos pero más grandes procesos penales de la historia de aquella, “Condenan a dos personas por irregularidades en Programa de Alimentación Escolar en…”. – ¡DONDE ESTÁ LA ÉTICA DE QUIEN JUEGA CON LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS!

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